Cuestión de Genes
El exantema súbito, también llamado roséola o sexta enfermedad, es una enfermedad de origen vírico presente en niños pequeños. En este artículo te explicamos en qué consiste y los dos síntomas principales que pueden alertarte de que tu hijo tiene esta patología. Además, veremos las complicaciones que pueden aparecer y qué hacer.
El exantema súbito, también llamado roséola o sexta enfermedad, es una patología de origen vírico causada por cepas del virus del herpes humano. Afecta sobre todo a bebés y niños hasta los 4 años de edad, aunque la mayoría de los casos (90%) se dan antes de los dos años.
Se trata de una enfermedad aguda con buen pronóstico, que se caracteriza por durar poco tiempo, con un inicio y un final claramente definidos.
Los dos síntomas más característicos del exantema súbito o sexta enfermedad son:
La mayoría de los niños con exantema súbito suelen encontrarse bien, sin embargo, algunos pueden estar más irritables. Además, otros síntomas que pueden mostrar, aunque de forma poco frecuente son:
En el caso de los bebés también pueden manifestar:
Aunque son poco frecuentes, algunos niños pueden desarrollar convulsiones febriles. No suelen revestir gravedad, pero es un síntoma muy alarmante.
Suele manifestarse de la siguiente forma:
Es importante intentar mantener la calma. Ponte en contacto con el servicio urgencias y mientras esperas a que llegue, puedes seguir estos consejos:
En casos muy concretos, cuando el niño tiene un sistema inmune deprimido, es posible que el exantema súbito afecte al sistema nervioso originando encefalitis o meningitis.
Los síntomas más característicos del exantema súbito, que como has visto son la fiebre y la erupción cutánea, también están asociados a otras patologías. Por eso es importante que, si tu hijo manifiesta alguno de estos síntomas, acudas al pediatra para que realice el diagnóstico.
Para confirmar o descartar si se trata de exantema súbito, el pediatra tendrá en cuenta: edad del niño, historia clínica y si la aparición de las manchas ha coincidido con la bajada de la fiebre alta y repentina. Esto último, como hemos visto, es un patrón característico del exantema súbito, y, por lo tanto, muy importante a la hora de determinar si se trata de esta enfermedad.
En algunos casos también puede ser necesario hacer un análisis para confirmar el diagnóstico, ya que en algunas ocasiones la enfermedad puede confundirse con la rubéola o el sarampión, que tienen síntomas similares.
De cara al diagnóstico, es importante saber que en la primera etapa del exantema súbito, es decir, cuando aún no ha desaparecido la fiebre y por lo tanto no ha aparecido la erupción, puede confundirse con otras patologías como la faringitis.
El virus que causa el exantema súbito es el herpes humano tipo 6 y, en menos ocasiones, el tipo 7. Existen ocho tipos de virus del herpes que causan infecciones en el ser humano, pudiendo dar otras patologías como las calenturas labiales, aunque los tipos 6 y 7 en principio solo están asociados a los síntomas que hemos explicado durante este artículo.
Como enfermedad viral, el exantema súbito no puede tratarse con antibióticos, ya que estos solo son eficaces en caso de infecciones causadas por bacterias, como te explicamos en el artículo Antibióticos más comunes y cómo usarlos de forma correcta.
Debido a ello, el exantema súbito no tiene un tratamiento específico, sino un tratamiento sintomático. Es decir, el manejo médico se centra en aliviar los síntomas de la enfermedad. En función de la gravedad, el pediatra decidirá cuál es la mejor forma de hacerlo.
Normalmente se utilizan antitérmicos para bajar la fiebre y se recomienda un aumento en la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación del niño. En el caso de bebés aún lactantes, no se recomienda aportar otros líquidos que no sean leche materna o de fórmula.
Si hay inflamación también puede ser necesario el uso de medicamentos antiinflamatorios, siempre prescritos por el médico.
Desde Veritas esperamos que este artículo te haya resultado interesante y, sobre todo, útil. Ahora ya conoces información para poder detectar el exantema súbito o roséola y, como has podido ver, su pronóstico es bueno y, por lo general, no presenta complicaciones a largo plazo.
Sin embargo, existen otras enfermedades no infecciosas, como enfermedades genéticas, que también pueden manifestarse en la primera infancia, con consecuencias más graves para la salud de tus hijos. myNewbornDNA, analiza el ADN del recién nacido para poder detectar precozmente enfermedades genéticas de aparición en la infancia, siendo el complemento perfecto a la prueba del talón.
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Maria Moreno - Medical Science Liaison Manager
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