Cuestión de Genes
Seguro que, en alguna ocasión, tú también te has visto en la disyuntiva de elegir entre un medicamento genérico y uno de marca. En la actualidad, y debido en gran parte al impulso de la seguridad social, los del primer tipo superan en ventas a los del segundo. Sin embargo, todavía son muchas las personas que tienen reticencias a la hora de comprarlos. Si su precio es más bajo, ¿no será porque tienen peor calidad y son menos efectivos?
En este artículo te explicamos por qué esta creencia no tiene ningún fundamento y cómo, en la efectividad de un medicamento influyen otros factores como la edad, el sexo, el origen étnico o, principalmente, los genes.
Los fármacos genéricos son aquellos que se comercializan cuando caduca la patente del medicamento de marca, que ha sido explotado en exclusiva por un único laboratorio durante al menos 20 años. Es muy fácil reconocerlos visualmente porque toman su nombre de su principio activo, por ejemplo: Paracetamol, Omeprazol o Ácido acetilsalicílico, y junto a su denominación, aparece siempre el nombre del laboratorio que lo produce, y las siglas EFG, que significan “Equivalente Farmacéutico Genérico”. Esto quiere decir que el medicamento genérico tiene el mismo principio activo, misma dosis y misma forma farmacéutica (cápsulas, comprimidos, jarabe, etc.) que el medicamento de marca.
Todos los medicamentos autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, pasan por una serie de controles que garantizan que cumplen con los requisitos necesarios para su comercialización.
En concreto, los medicamentos genéricos tienen que superar estudios de bioequivalencia, es decir, unas pruebas que aseguran que el fármaco genérico es equivalente en calidad, seguridad y eficacia respecto al fármaco de referencia.
Cuando un laboratorio saca al mercado un nuevo medicamento, previamente ha tenido que financiar años de estudios e investigaciones para su desarrollo. Una vez que es aprobado por sanidad, también tiene que hacer frente al costo de campañas de marketing para dar a conocerlo, y a los de la patente, que garantiza al laboratorio la exclusividad de la venta del medicamento durante 20 años, para así permitir que pueda recuperar la inversión.
Las patentes originales de los medicamentos genéricos ya han caducado, por tanto, los laboratorios que los producen no tienen que hacer gastos asociados a ella, ni tampoco a la investigación, desarrollo y publicidad del medicamento. De este modo, pueden ajustar su precio para que resulte más asequible.
En todo caso, es importante señalar que un medicamento de marca no siempre resulta más caro para el consumidor, ya que hay que tener en cuenta que, si está incluido dentro de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS), costará lo mismo que el genérico, ya que el precio está regulado por el Ministerio de Sanidad. Por eso, si por ejemplo el médico te receta Paracetamol de un gramo, pagarás lo mismo tanto si compras el genérico como si compras un medicamento de marca. En caso de que el laboratorio no quiera ajustar el precio de un medicamento de marca, no podrá incluirse en las prestaciones de SNS, algo que ocurre, por ejemplo, con el Gelocatil. En este caso, el laboratorio ha mantenido el precio del Gelocatil y ha sacado al mercado un genérico, llamado Dolocatil, a coste ajustado para poder entrar con él en las prestaciones de sistema nacional de salud.
Hay que dejar muy claro que todos los laboratorios que producen medicamentos genéricos han pasado exhaustivos controles y están autorizados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Sin embargo, dentro de la legalidad, pueden presentar diferentes procedimientos internos. Esto se refleja, por ejemplo, en la fecha de caducidad del fármaco, que varía mucho entre laboratorios que trabajan con el mismo principio activo. Además, también podemos encontrar diferencias que tienen que ver con los excipientes, y que puede influir en el color, tamaño, forma o sabor, pero en ningún caso en la efectividad del medicamento.
También hay que mencionar que se permite un 20% de variación en la biodisponibilidad de un fármaco. Es decir, en su velocidad de absorción y concentración en sangre. Ojo, no en la cantidad del principio activo, que debe ser siempre la misma. Este margen del 20% en la biodisponibilidad, puede darse tanto en los medicamentos genéricos como en los de marca e, incluso, en los distintos lotes de un mismo fármaco. Si está permitida esta variación, es porque se ha comprobado que no afecta a la eficacia del medicamento.
En cuanto a los factores que sí influyen en la recepción de un fármaco, son aquellos que tienen que ver con aspectos como el peso, la edad, el sexo y, sobre todo, los genes.
Los medicamentos son metabolizados por las enzimas, que están reguladas por los genes. Estos son responsables de entre el 20% y el 95% de la variabilidad y de los efectos que puede tener un fármaco en cada persona. Algunas variaciones en determinados genes pueden afectar a la capacidad de cada individuo para metabolizar medicamentos, ya sea aumentando o reduciendo su efectividad, o bien exponiéndole a reacciones adversas.
Hoy en día, para determinar la eficacia o los posibles efectos negativos de un medicamento en una persona concreta, contamos con una poderosa herramienta: las pruebas farmacogenéticas.
Sí, las pruebas farmacogenéticas permiten determinar la eficacia o efectos adversos de fármacos tanto de referencia como genéricos, pues como hemos visto, estos son intercambiables, ya que son bioequivalentes y contienen el mismo principio activo y la misma cantidad y forma farmacéutica.
Un estudio farmacogenético es igual de válido, por tanto, para ambos tipos de medicamentos.
Como has visto, los fármacos genéricos cumplen con los criterios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para ser considerados con igual calidad, seguridad y eficacia que los de referencia o marca.
Además, suponen una opción útil para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, ya que permiten ajustar el gasto farmacéutico.
Por tanto, a la hora de adquirir un medicamento genérico puedes hacerlo con total confianza y seguridad, ya que su eficacia no depende en absoluto de que tenga o no marca. El factor que más condiciona el comportamiento de un medicamento en tu cuerpo, son tus genes.
Con un estudio farmacogenético, como el test myGenome de Veritas puedes conocer tu capacidad para metabolizar y reaccionar a más de 300 fármacos. ¿Quieres empezar a cuidar tu salud desde hoy? Ponte en contacto con nosotros y resolveremos todas tus dudas.
Bibiana Palao - Directora Departamento Científico
Quizá te puede interesar…
Deja un comentario
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.