Cuestión de Genes
La fiebre en recién nacidos es uno de los motivos más frecuentes de visita a urgencias, y los antipiréticos los medicamentos más comunes administrados a los niños. En este artículo vamos a tratar las causas de la fiebre y qué podemos hacer cuando esta situación se presenta en un recién nacido.
Para comprender por qué se produce la fiebre en recién nacidos, primero hay que explicar el mecanismo mediante el cual el organismo regula la temperatura corporal.
El organismo se encuentra en un estado de equilibrio denominado homeostasis. Para mantenerla y llevar a cabo con normalidad las funciones fisiológicas el organismo de un ser humano debe mantenerse a una temperatura de entre 36ºC y 37ºC. Por este motivo, el cuerpo cuenta con mecanismos para regular la temperatura corporal basados en la pérdida o la ganancia de calor. El centro termorregulador se encuentra en el hipotálamo, una región en centro del cerebro.
El organismo está expuesto a condiciones ambientales como por ejemplo la climatología, cuando estamos expuestos a temperaturas extremas se disparan nuestras medidas de regulación de temperatura. Por ejemplo, si hace demasiado calor la irradiación del calor a través de la piel o la sudoración son mecanismos que nos ayudan a mantener nuestra temperatura corporal o en caso de frío, el tiritar nos ayuda a generar calor.
En recién nacidos los sistemas de control de temperatura son algo diferentes e implican un mayor consumo de energía, lo que pone en riesgo al recién nacido de hipoglucemia o hipotermia. De hecho, durante los primeros días de vida, estos mecanismos no se han desarrollado de manera apropiada y debemos tener aún más cuidado con la temperatura del niño.
Cuando el sistema inmune detecta un agente patógeno, actúa junto al hipotálamo y determinadas moléculas y receptores para generar fiebre. El objetivo es impedir que los microorganismos proliferen y, a la vez, incentivar la creación de inmunoglobulinas (anticuerpos) que puedan combatir y erradicar al agente infeccioso. Por lo tanto, la fiebre no es una enfermedad, sino un mecanismo de defensa del organismo para activar el sistema inmune y dificultar la supervivencia de virus y bacterias.
La temperatura corporal varía según el momento del día o del ambiente. Estas oscilaciones son mínimas tanto en adultos como en bebés menores de 6 meses, pero durante el crecimiento de los niños, pueden fluctuar entre 1º y 2º C.
Para considerar que existe fiebre, la temperatura corporal debe ser igual o mayor a 38º (tomada en el recto) o a 37,5º C (tomada en la axila).
Para clasificar los tipos de fiebre pueden usarse dos parámetros:
Para tomar la temperatura a tus hijos de forma precisa cuentas con varios tipos de termómetros, como los digitales, los electrónicos de oído o los infrarrojos que se utilizan generalmente en la frente. Como sabrás, los termómetros más populares hace unos años eran los de mercurio, pero desde el año 2007, su uso está prohibido por la Unión Europea debido a que conllevan riesgo de exposición al mercurio, que es tóxico.
Los digitales son los más utilizados por su eficacia y rapidez. Puedes encontrarlos en todas las farmacias y son muy sencillos de usar. Por lo general, miden la temperatura de tres formas: oral, axilar y rectal, es decir, colocando el termómetro en la boca, bajo la axila o en el recto. Para usarlo, simplemente tienes que encenderlo y usarlo siguiendo las instrucciones concretas del fabricante.
Según la edad de tu hijo, es adecuado que sigas las siguientes recomendaciones:
Como hemos comentado, la fiebre es una respuesta del organismo para combatir procesos víricos y bacterianos, por este motivo, se considera que la fiebre es beneficiosa, ya que ayuda a que detener la infección.
Siempre que hay un proceso febril se busca el foco de infección, pero si no se encuentra, hablamos de “fiebre sin foco” (FSF).
Las causas más comunes de fiebre en recién nacidos y bebés son:
También hay otras causas de fiebre, aunque son menos frecuentes, como por ejemplo:
Existen dos métodos principales para bajar la fiebre, uno son las medidas físicas y el otro es el tratamiento farmacológico. Estos últimos deberán ser siempre recetados por el pediatra, que determinará el medicamento antitérmico más adecuado.
En cuanto a las medidas, físicas, su eficacia no ha sido científicamente probada. Por eso, es importante que estas no sean muy agresivas, y prestar siempre atención a cómo reacciona el bebé y a su estado de ánimo. Entre estas medidas se encuentran:
Nunca le hagas friegas de alcohol, ya que existe riesgo de toxicidad si el bebé las inhala o las absorbe a través de la piel.
Como decimos, lo más importante es que estés muy pendiente de las reacciones del bebé y de su estado de ánimo.
Si un bebé menor de tres meses de edad presenta fiebre, requiere una consulta urgente con el médico, ya que puede ser indicio de alguna enfermedad de tipo infeccioso que podría evolucionar con rapidez.
Si el niño es menor de dos años es conveniente llevarlo al médico, si supera los dos años hay que valorar su estado general, estas son algunas de las señales que hacen conveniente acudir al pediatra:
A continuación te mostramos un gráfico con las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria que te indica cómo actuar en caso de que tu bebé presente fiebre, de acuerdo a su edad y a sus síntomas.
Aunque algunas de ellas ya han sido contestadas de forma más detallada y extensa a lo largo de este artículo, a continuación respondemos de forma breve a algunas de las dudas más comunes sobre la fiebre en recién nacidos.
Tómale la temperatura con un termdeómetro digital, con el tiempo y la experiencia los padres llegan a percibir la presencia fiebre simplemente tocando la frente del bebé, pero la propia temperatura de los padres puede afectar esta percepción, por lo que siempre es importante contar con un termómetro en casa.
La fiebre es más preocupante en bebés menores de 3 meses. A partir de esa edad debemos fijarnos en otros síntomas y en el estado de ánimo del niño. Por ejemplo, si come y descansa con normalidad es posible que la fiebre no sea alarmante.
Si el niño tiene menos de 3 meses, acude inmediatamente. En caso de que sea mayor, observa cómo se comporta y su estado de ánimo, si la fiebre persiste o empeora siempre es la mejor opción consultar con un especialista para que os aclare cómo proceder. Recuerda que la temperatura corporal sube al final de la tarde, y es más baja a medianoche al amanecer.
En función del diagnóstico, el médico puede recetar acetaminofén infantil o ibuprofeno si el bebé tiene más de 6 meses, para bajar la temperatura. Si observa síntomas que puedan indicar una enfermedad o infección, el médico puede pedirte pruebas adicionales.
Si el niño está molesto debido a la fiebre, comerá y dormirá peor, lo que puede dificultar su recuperación. Además, a partir de 41ºC se pueden producir complicaciones graves en el niño, por lo que no debemos dejar subir la temperatura sin control. En caso de que su comportamiento no se vea afectado, hidrata bien al bebé con leche materna o de fórmula para prevenir la deshidratación.
Para bajar la fiebre se usa acetaminofén o ibuprofeno infantil, pero siempre bajo receta de tu médico. Nunca le des más dosis de la prescrita y sigue las indicaciones que haya marcado el profesional sanitario.
Como vimos antes, puedes usar métodos físicos para bajar la fiebre de tu bebé, como quitarle la ropa de abrigo. Recuerda, no le des nunca friegas de alcohol.
Si el bebé tiene convulsiones, puede vomitar, poner los ojos en blanco o presentar rigidez en las extremidades. A pesar de esto, en general no debes preocuparte ya que normalmente, las convulsiones son inofensivas. En todo caso, coloca al bebé de lado para evitar atragantamientos con un posible vómito y evitar darle medicamentos y acude rápidamente al médico.
Los medicamentos tienen un efecto temporal ya que bloquean el efecto de las moléculas que causan el aumento de fiebre, pero no atacan a la infección, por eso, hasta que la infección no remita, es posible que el bebé continúe con fiebre.
Muchas infecciones virales provocan fiebre sin ningún otro tipo de síntoma. Si el bebé tiene 39ºC o más durante al menos 24 horas, aunque no tenga otros síntomas, ve a urgencias.
Como has podido ver aunque la fiebre puede ser un síntoma alarmante, es fruto de un mecanismo de defensa del propio cuerpo, pero es importante controlarla. La fiebre puede estar causada por muchos factores y desgraciadamente si el bebé está en contacto con un hermano que vaya al colegio, es mucho más probable que presente fiebre.
La fiebre va a ser un factor común en todos los niños a lo largo de su vida, y en la mayoría de los casos se tratará de procesos leves. Es importante que el pediatra indique a los padres cómo actuar de forma adecuada si su bebé tiene fiebre, enfatizando la observación de los síntomas que se asocian con complicaciones serias.
Desde Veritas esperamos haberte ayudado a comprender por qué se produce la fiebre y, principalmente, a tener unas nociones básicas sobre cómo manejarla. Sabemos que la salud de tu bebé es lo más importante para ti, por eso te recomendamos que consultes otros artículos de este blog cómo Estreñimiento del recién nacido ¿es preocupante? o Ictericia neonatal, ¿cuándo debo preocuparme?
Desde Veritas aportamos nuestro granito de arena para el cuidado de tu bebé poniendo a tu alcance myNewborn , una prueba de cribado neonatal que detecta de manera precisa más de 390 enfermedades que aparecen durante la infancia. Con la prueba es posible ampliar de manera exponencial las enfermedades analizadas en la prueba del talón para ver si existe alguna alteración genética en tu bebé que pueda causarle enfermedad, con el fin de prevenir su desarrollo o reducir su impacto en la salud de tu hijo.
Maria Moreno - Medical Science Liaison Manager
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2 comentarios
Iver Vargas
27 enero, 2022 2:47 am
Muchas gracias me fue de ayuda
Teresa
11 agosto, 2023 7:04 am
muy bien explicado gracias