Cuestión de Genes
¿Sabes que la salud familiar y la salud individual están muy relacionadas? Los seres humanos adquirimos en la familia muchos hábitos que determinan en gran parte nuestra salud, y por tanto nuestro bienestar. Por eso, es muy importante que, además de cuidarte tú aplicando todas las medidas que hemos visto en otros artículos, también cuides de los más pequeños, inculcándoles costumbres saludables que les ayudarán a tener una mejor calidad de vida. Además, es importante que conozcas las indicaciones concretas, así como las revisiones médicas que se deben realizar en función de la edad, el sexo o en periodos concretos como el embarazo.
Los seres humanos desarrollamos nuestra identidad personal y adquirimos los esquemas de convivencia social en la familia. Además de heredar de nuestros progenitores rasgos como el color de ojos, la predisposición a comer entre horas o incluso la predisposición genética a presentar algún tipo de cáncer, también aprendemos hábitos que tienen un gran impacto en nuestra salud.
La salud, como te contamos en artículos como Estilos de vida saludables: cómo conseguir la mejor versión de ti mismo, no es solo la ausencia de enfermedades, sino un completo estado de bienestar, que podemos favorecer aplicando numerosas medidas que están en nuestra mano, como una dieta equilibrada o el deporte.
Además de llevar hábitos de vida saludables, también es muy importante realizar revisiones médicas periódicas, pues como explicamos en Conoce la medicina preventiva y personalizada del siglo XXI, son fundamentales para detectar y tratar de forma precoz posibles problemas de salud.
Pero ¿todos los miembros de la familia necesitan los mismos chequeos y los mismos cuidados? La respuesta es no, puesto que estos se van adaptando en función de la edad y sexo de cada persona, así como de situaciones específicas como un embarazo o la presencia de enfermedades crónicas. A continuación, te damos una serie de consejos de salud familiar para que cuides de ti y de los tuyos de la manera más precisa posible.
Desde el mismo momento de su nacimiento, se valora el estado de salud de los bebés mediante la realización de varias pruebas.
La primera de ellas, nada más nacer, es el test de Apgar, que analiza la adaptación y vitalidad del bebé. Transcurridas entre 24-48 se realiza la prueba del talón, que analiza la posible presencia de al menos 7 enfermedades metabólicas. Si se detecta alguna de ellas es posible tomar, de forma temprana, medidas específicas para el cuidado del bebé.
¿Quieres saber más sobre estas pruebas? Entonces te recomendamos que visites nuestro artículo Cribado neonatal: ¿en qué consiste?
Además, mediante la exploración física se detectan de manera precoz posibles problemas locomotores, psicomotores, de vista, oído, etc.
También hay establecido un calendario de revisiones pediátricas, que tienen como objetivo realizar un control médico adecuado, cumplir el calendario de vacunación, y en las que además puedes consultar cualquier duda con el pediatra. Fuera de estas visitas establecidas debes acudir al médico si observas algún síntoma en tu bebé.
Este calendario puede variar si el bebé tiene alguna patología específica o de acuerdo con las recomendaciones concretas de cada pediatra.
A partir del año de edad, se realiza un seguimiento del desarrollo del niño a través de las siguientes revisiones periódicas:
Este programa define unos puntos de control mínimo del niño sano, y en estas revisiones el especialista se asegura que todo va bien y que el crecimiento del niño está dentro de parámetros normales.
En todas estas revisiones mencionadas se aplican las vacunas correspondientes según la edad. Conocer el calendario de vacunación y ser rigurosos con su cumplimiento es muy importante.
A continuación, incluimos el calendario de vacunación considerado por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, diseñado para este año 2020. En él se recogen las vacunas sistemáticas, es decir, que todos los niños y adolescentes en España deberían recibir. Si tu niño ya es mayor, puede que este calendario no cuadre con el que está incluido en su libro de vacunas, no te preocupes, en este caso consulta con tu pediatra que sabrá si hay que aplicar algún cambio sobre el calendario que se te facilitó en su momento.
La vacunación es junto con la potabilización del agua, la medida de salud pública que más impacto ha tenido en la mejora de salud de la población, por eso debemos ser conscientes de lo importante que es vacunar a nuestros hijos.
Gracias a las vacunas ha sido posible eliminar enfermedades infecciosas que hace años provocaban una alta mortalidad en todo el mundo, como por ejemplo la viruela.
Las vacunas son medicamentos biológicos constituidos a partir de bacterias o virus, muertos o debilitados, o bien de productos derivados de ellos, que se aplican a personas sanas con el fin de que generen anticuerpos capaces de protegerlos de futuros infecciones por el agente infeccioso que se está administrando en la vacuna.
En definitiva, cuando te vacunas, tu cuerpo produce inmunidad contra el agente que, sin embargo, al estar debilitado, no es capaz de causarte la infección.
Los bebés adquieren las defensas para protegerse frente a infecciones antes de nacer, cuando aún están en el útero, pero pierden esta protección pasado un tiempo. Por ejemplo en el caso de la tos ferina, la inmunidad transmitida por la madre perdura unas semanas, mientras que en el caso del sarampión puede prolongarse hasta 1 año.
Este proceso determina tanto la necesidad de vacunar al niño para protegerlo de enfermedades, como el mejor momento para hacerlo. Las vacunas son fundamentales ya que gracias a ellas as se han logrado erradicar enfermedades que antes causaban muchos problemas de salud e incluso mortalidad infantil.
Cuidar de la salud de los más pequeños no consiste solo en acudir a las revisiones médicas correspondientes, sino que también tiene mucho que ver con inculcarles hábitos saludables que perdurarán a lo largo de toda su vida.
A continuación te aconsejamos algunos hábitos que, según su edad, pueden ir adquiriendo tus hijos:
Además, a cualquier edad es muy importante que los niños duerman bien y las horas necesarias correspondientes a cada edad. Establecer una rutina diaria para irse siempre a la cama a la misma hora y dormir en una habitación oscura sin ruidos, es favorable.
La higiene también es fundamental a cualquier edad, pero en los niños puede contribuir prevenir muchas enfermedades. Por eso, deben aprender a cepillarse los dientes después de cada comida, lavarse las manos frecuentemente y ducharse cada día.
Las revisiones médicas como hemos visto, son esenciales en la infancia, pero no son menos importantes en la edad adulta. Mantenerlas es una buena práctica que permite prevenir y tratar precozmente muchas enfermedades.
La OMS recomienda un chequeo cada cuatro años antes de cumplir los 40, cada dos años antes de llegar a los 60 y uno al año a partir de esta edad.
A continuación, resumimos algunos de los chequeos más importantes que hay que realizar en ambos sexos, en cada década de la vida. No debemos olvidar, que estos se tratan de chequeos generales para personas sanas, sin embargo, si presentas alguna patología o tienes antecedentes familiares de alguna patología en concreto, estos chequeos deben ser más específicos y quizá más frecuentes:
Además de los exámenes físicos, y los análisis de sangre y orina rutinarios, si eres mujer conviene tener en cuenta las siguientes pruebas, que te ayudarán a prevenir las patologías más comunes.
La primera revisión ginecológica conviene realizarla entre los 13 y los 15 años de edad. A partir de ahí, aunque te encuentres bien, es recomendable que vayas al ginecólogo una vez al año. La mayor parte del aparato reproductor femenino está oculto en el interior del cuerpo, por eso muchas veces no es fácil detectar un problema aunque este exista.
Las revisiones ginecológicas suelen incluir una citología (también llamada prueba de Papanicolau) para detectar de forma precoz el cáncer de cuello de útero y las lesiones precancerosas. Según las guías médicas más actualizadas, se recomienda también realizar una prueba de VPH (Virus del Papiloma Humano) cada 10 años, este tipo de prueba detecta este tipo de virus, responsable del desarrollo de cáncer de cuello de útero.
Se trata de pruebas sencilla y no dolorosas en la que se obtienen células del interior del cuello uterino, que se analizan en un laboratorio.
La AECC recomienda que las mujeres de entre 25 y 65 años que sean o hayan sido sexualmente activas se realicen esta prueba al menos cada tres años.
Su objetivo es detectar cualquier anomalía en los pechos de la mujer.
Podemos diferenciar entre los exámenes clínicos que lleva a cabo el médico y la autoexploración, que puedes realizar en casa tú misma.
Según el Observatorio del Cáncer AECC, en España, en el año 2019 se diagnosticaron 33.307 nuevos casos. Esto representa algo más del 30% de todos los tumores del sexo femenino en España. La franja de edad con más diagnósticos se sitúa entre los 45-65 años. Aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres presentarán cáncer de mama a lo largo de su vida.
Lo ideal es que realices la primera exploración con ayuda del médico para que este te indique cómo autoexplorarte de manera correcta. Aunque el cáncer de mama es infrecuente en mujeres menores de 35 años, los ginecólogos realizan las exploraciones de forma rutinaria.
Además de las exploraciones, hay que hablar de las mamografías, que la AECC define como las pruebas más eficaces que permiten detectar lesiones mucho antes de que puedan ser descubiertas mediante autoexploraciones.
A partir de los 60 años es recomendable monitorizar en las mujeres la densidad mineral de los huesos. Para ello se utiliza un aparato de rayos X que evalúa el estado de los huesos, el riesgo de facturas y la posibilidad de padecer osteoporosis.
Si estás embarazada, tendrás que realizar algunas revisiones y pruebas específicas y llevar un control médico periódico enfocado a monitorizar la correcta evolución del embarazo y prevenir y detectar precozmente posibles complicaciones.
La frecuencia de las visitas varía según las características individuales de cada embarazo, pero de forma general, las mujeres tienen alrededor de 10 revisiones en el primer embarazo.
En lo relativo a la salud de la madre, hay que vigilar la tensión arterial, ya que puede aumentar durante el embarazo.
También se realizan análisis de orina para detectar si existe alguna infección o bien la presencia de proteínas en la orina, que, junto con una presión arterial alta, puede ser síntoma de preeclampsia, una afección que puede ser muy perjudicial tanto para la madre como para el niño, y provocar el adelanto de la fecha del parto.
Otros parámetros que también se controlan son la glucemia y el riesgo de diabetes gestacional.
Además, algo fundamental para cuidar tanto la salud de la madre como la del bebé
es conocer la compatibilidad del grupo sanguíneo. Puedes aprender más sobre esto leyendo nuestro artículo Cómo se heredan los grupos sanguíneos y por qué es importante que sepas cuál es el tuyo.
En cuanto a hábitos durante el embarazo es recomendable que las embarazadas realicen actividad física, pero con moderación. Por ejemplo, ejercicios como como caminar o nadar son recomendables pues fortalecen los músculos de las piernas y el abdomen, mejoran la circulación sanguínea y el aparato respiratorio, e incluso pueden ser útiles para combatir el estreñimiento y evitar un exceso de peso durante el embarazo. De manera general el nivel de ejercicio que puedas practicar durante el parto va a depender del ejercicio que practicabas antes de quedarte embarazada.
En cuanto a la alimentación, siempre es recomendable llevar una dieta equilibrada pero además en el embarazo no puede faltar el aporte de los siguientes nutrientes:
Si eres hombre, una de las revisiones más importantes es la que tiene como objetivo la detección del cáncer de próstata. Según datos del Observatorio del Cáncer de la AECC, este tipo de cáncer es el tercero en incidencia (número de nuevos casos) en España teniendo en cuenta ambos sexos. Entre hombres es el más frecuente, y ocupa el tercer lugar en mortalidad.
A partir de los 50 años es recomendable una revisión anual. Si se tienes antecedentes familiares es recomendable empezar con las revisiones algo antes, sobre los 40 años. La prueba consiste en un análisis de sangre y un examen rectal digital.
Las enfermedades coronarias afectan a los dos sexos, pero son más frecuentes en hombres. Aunque no se sabe con certeza el motivo, uno de los que se barajan es el papel protector de los estrógenos (hormona producida por el ovario) en las mujeres. Por ello, es importante realizarse chequeos donde comprobar la salud cardiovascular.
La importancia del diagnóstico precoz en la salud familiar
Como has podido ver a lo largo de este artículo, la medicina preventiva es fundamental para cuidar de tu salud y la de tu familia, pues son numerosas las enfermedades que se pueden o bien prevenir o bien diagnosticar de forma precoz, permitiendo su cura o que tengan unas consecuencias menos drásticas.
Por eso, para terminar, queremos subrayar la importancia de que te realices los chequeos médicos correspondientes a tu edad y de que transmitas a tus hijos hábitos saludables como los que te hemos explicado.Además queremos hablarte de una poderosa herramienta que te permite conocer tu predisposición genética a padecer algunas enfermedades, así como otros datos curiosos y muy útiles que te cuentan tus genes: nuestros test genéticos ¿Quieres saber más? No dudes en contactar con nosotros para más información.
Maria Moreno - Medical Science Liaison Manager
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