Cuestión de Genes
Las causas del colesterol alto pueden ser de dos tipos: genéticas y ambientales.
El factor genético no es modificable, sin embargo dentro de los factores ambientales, la dieta junto con la medicación, en caso de que el especialista la considere necesaria, son fundamentales para contribuir a reducir los niveles de colesterol. En este post te explicamos qué factores pueden dar lugar a niveles de colesterol alto y qué puedes hacer para reducirlo.
El colesterol es un tipo de grasa que nuestro organismo produce de manera natural y que también se encuentra en alimentos de origen animal. El colesterol en sí mismo no es una sustancia negativa, de hecho forma parte de varias estructuras de nuestro organismo, como por ejemplo:
En definitiva, ¡el colesterol es una grasa que necesitamos! El problema surge cuando los niveles suben por encima de lo deseado, ya que en ese caso aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las causas del colesterol alto pueden ser los hábitos de vida, pero también puede existir un componente genético.
Y es que, en nuestro ADN encontramos las instrucciones para que nuestro organismo funcione correctamente. Por eso, nuestra genética tiene un papel fundamental en la predisposición que tenemos a padecer ciertas enfermedades, desde el cáncer hereditario hasta la pérdida auditiva pasando, por supuesto, por los niveles de colesterol.
Antes de entrar a hablar en más en detalle del colesterol alto y sus causas, es importante que conozcas bien qué tipos de colesterol hay. Como sabrás, de manera general hablamos de dos clases: el “bueno” y el “malo”. Pero ¿conoces cuál es cada uno y en qué se diferencian? Vamos a tratar de aclarar estos conceptos.
En primer lugar, tienes que saber que el colesterol es una sustancia liposoluble, es decir, no es soluble en agua, por lo que para viajar por la sangre necesita unirse a proteínas. Esto es algo que también les ocurre, por ejemplo, a las vitaminas liposolubles.
Cuando decimos “colesterol bueno” nos estamos refiriendo al colesterol HDL, un acrónimo de High Density Lipoprotein, que significa “lipoproteína de alta densidad”. Se trata de una molécula más pequeña y densa, que está constituida por más proteínas que lípidos, de ahí su nombre.
El HDL se encarga de recoger el colesterol de las arterias y llevarlo al hígado, donde se elimina o se reutiliza.
El “colesterol malo” es el denominado LDL, acrónimo de Low Density Lipoprotein, que significa “lipoproteína de baja densidad”. A diferencia del HDL o “bueno”, el LDL contiene en proporción mucha más grasa que proteína. Esta molécula en sí misma no es mala, ya que tiene como función el transporte de lípidos a todo el organismo. El problema es que cuando se encuentra en valores por encima de los considerados “normales”, el colesterol puede acumularse en la pared de las arterias y de las venas, favoreciendo la aparición de aterosclerosis (depósito de sustancias grasas dentro de las arterias).
Un concepto que a menudo escucharás vinculado al colesterol alto es el de los triglicéridos. Estos son un tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Cuando comes, las calorías que no utilizas se transforman inmediatamente en triglicéridos, que van a almacenarse en las células grasas. De esta manera, si en tu dieta habitual ingieres más calorías de las que quemas, probablemente tus niveles de triglicéridos estén elevados, especialmente si comes muchos alimentos ricos en hidratos de carbono.
Niveles altos de triglicéridos son nocivos porque contribuyen al endurecimiento de las arterias y, además, pueden causar inflamación del páncreas. En definitiva, aunque son moléculas que proporcionan energía al cuerpo, en exceso no nos ayudan en nada. En ocasiones, tenerlos elevados es consecuencia de otras condiciones primarias, como por ejemplo la diabetes, el hipotiroidismo e, incluso, la obesidad.
¿Sabes que si te realizas un análisis de colesterol en varios laboratorios, los mismos niveles pueden considerarse altos en unos si y en otros no? ¡No es un error del laboratorio!
Esto ocurre porque los valores de referencia de cada laboratorio no tienen qué ser exactamente iguales, es decir, pueden variar un poco. De manera general estos son los niveles de colesterol HDL y LDL y su implicación para las personas sin patología cardiovascular o diabetes, de acuerdo con la Fundación Española del Corazón:
Cuando tenemos el colesterol alto presentamos un riesgo mayor de desarrollar aterosclerosis, pero ¿qué es esto?
Las venas y las arterias sanas son flexibles y elásticas. Cuando el colesterol comienza a depositarse en sus paredes se inicia una reacción que causa oxidación e inflamación y, como consecuencia, daño en la pared vascular, en la que se forma la denominada “placa de ateroma”. Esta placa se encuentra formada por lípidos, células inflamatorias y musculares lisas, y tejido conectivo. Este acúmulo celular genera un engrosamiento de la pared vascular y la pérdida de la elasticidad del vaso, lo que hace que se estrechen las arterias y se reduzca el riesgo sanguíneo. Además, si la placa se desprende existe un riesgo elevado de que aparezca un coágulo que pueda bloquear el flujo sanguíneo al corazón o a otro órgano.
A este proceso patológico se le denomina aterosclerosis, y se desarrolla de forma gradual. Aunque tengas esta patología no tienes por qué presentar síntomas hasta que ocurra una complicación, es decir, hasta que un vaso sanguíneo se estreche lo suficiente como para detener el flujo sanguíneo. Como ves, sin duda es mejor prevenir.
Existen diferentes factores que han demostrado estar asociados con niveles de colesterol elevados:
Genética: los tipos de herencia genética son determinantes a la hora de predisponernos a ciertas enfermedades o condiciones. Pues bien, la genética heredada de los progenitores también puede aumentar el riesgo de colesterol alto. La hipercolesterolemia familiar, una condición que se encuentra entre las principales enfermedades genéticas hereditarias. Generalmente las personas que presentan colesterol muy elevado tienen un progenitor también con niveles altos. De manera general podemos discriminar entre dos tipos de hipercolesterolemia relacionadas con factores genéticos:
Si tu colesterol es alto, es decir, sus niveles están por encima de la normalidad, probablemente el especialista evalúe este y otros factores y te recomiende una modificación de tus hábitos de vida y, si es necesario, te prescribirá un tratamiento farmacológico que reduzca el colesterol total y el LDL. Este tipo de fármacos se denominan hipocolesterolemiantes.
Sin embargo, si te recomiendan tratamiento farmacológico, no debes pensar que con la medicación ya no es necesario tomar más medidas. Para reducir el colesterol de manera efectiva, el tratamiento farmacológico debe ir siempre acompañado de cambios en el estilo de vida que reduzcan el riesgo cardiovascular.
Si el especialista considera que lo más apropiado es un abordaje a través de los hábitos de vida, aquí es realmente importante que sigas las indicaciones de manera estricta. En este caso puedes acudir a suplementos nutricionales como la levadura de arroz rojo, un complemento utilizado en la medicina tradicional china que tiene principios activos naturales que actúan de manera similar a los fármacos hipocolesterolemiantes y te puede ayudar a reducir tus niveles de LDL y colesterol total.
A continuación de damos siete pautas alimenticias para evitar el colesterol alto:
La hipercolesterolemia es algo relativamente frecuente en la población, por ese motivo es habitual perder de vista la importancia que tiene este factor de riesgo cardiovascular en nuestra salud. El control del colesterol a través de la dieta es esencial incluso cuando exista un tratamiento farmacológico, cada pequeña acción a favor de tu salud cardiovascular va sumando. Adoptar algunos de los consejos que planteamos puede no ser excesivamente complicado y puede ser clave para tu salud.
Esperamos que después de leer este artículo tengas más claro qué es el colesterol, cuáles son las causas del colesterol alto, y qué puedes hacer para reducirlo. Como has visto, la alimentación y los hábitos de vida son factores ambientales que influyen en el colesterol. Al estar bajo nuestro control, se convierten en poderosas herramientas en nuestra mano a la hora de cuidar de nuestra salud y controlar el colesterol alto, que puede ser el origen de muchos problemas de salud.
En caso de presentar colesterol elevado, también es una opción conocer si existe alguna variante genética relacionada con el aumento en tus niveles de colesterol, ya que es una información de la que además podrían beneficiarse tanto hermanos como hijos. Alrededor del 80% de los niveles de colesterol vienen determinados por la genética, edad y estado fisiológico del individuo, pero a través de la dieta es posible controlar el 20% restante.
Hoy en día la medicina es cada vez más preventiva y personalizada, conocer nuestra información genética nos permite tomar medidas para prevenir enfermedades y cuidar nuestra salud.
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Bibiana Palao - Directora Departamento Científico
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3 comentarios
Silvia Carballo
17 junio, 2020 4:39 pm
Muy bien explicado y fácil de comprender como evitar riesgos, gracias
LUIS MAGAÑA
9 agosto, 2020 9:45 pm
luis magaña
INFORMACION MUY COMPLETA Y DE MUCHA AYUDA , MUCHAS GRACIAS
Linda
21 mayo, 2023 4:55 pm
excelente explicación, gracias