Cuestión de Genes
Los análisis de intolerancias alimentarias se han popularizado mucho hoy en día, sin embargo, tienes que saber que no todas las pruebas son igual de efectivas. Si estás pensando en realizarte una, es recomendable que antes te informes bien.
Actualmente tenemos a nuestro alcance mucha información acerca de las intolerancias alimentarias, pero ¿sabes realmente qué son? En este artículo te explicamos los distintos tipos que existen y sus diferentes técnicas de análisis.
El concepto de intolerancia alimentaria muchas veces se emplea de manera incorrecta para referirse a cualquier tipo de reacción adversa a un alimento. Sin embargo, no todas ellas lo son.
Distinguimos dos tipos de reacciones adversas a alimentos: tóxicas y no tóxicas:
¿Cuál es la diferencia entre ellas? Pues que en las primeras intervienen mecanismos inmunológicos y en las segundas no. Esto quiere decir que las alergias están provocadas por la reacción del sistema inmunológico a una sustancia concreta que, en la mayoría de las personas, no provoca ese tipo de respuesta adversa.
El sistema inmunológico sirve para defender nuestro cuerpo de los gérmenes, sin embargo, a veces se confunde -por explicarlo de forma sencilla- y reacciona ante sustancias que no son nocivas, como ocurre en el caso de las alergias.
Ahora que ya conoces estos conceptos básicos, vamos a ver al detalle en qué consisten tanto las alergias, como las intolerancias alimentarias.
Como acabamos de ver, las alergias alimentarias son reacciones adversas no tóxicas a alimentos, provocadas por una reacción del sistema inmunológica a una sustancia concreta.
Distinguimos dos tipos de alergias alimentarias:
En el mercado hay una gran variedad de pruebas o test que se utilizan para detectar las reacciones de hipersensibilidad alimentaria, conocidos como Test de intolerancia alimentaria, entre los que diferenciamos pruebas in vitro (requieren la extracción de una muestra de sangre y evaluación de algún parámetro sanguíneo) y pruebas in vivo (evalúan diferentes parámetros físicos de la persona). Las pruebas in vitro determinan anticuerpos IgG específicos frente a proteínas de alimentos ingeridos son aquellos que han mostrado tener mayor validez científica, ya que analizan anticuerpos tipo IgG mediante técnicas convencionales de laboratorio. Hay otras pruebas basadas en estudios in vivo que dicen detectar este tipo de intolerancias alimentarias mediante biorresonancia o electroacupuntura, si bien estas pruebas son controvertidas y no tienen validez científica.
Como hemos explicado antes, las intolerancias alimentarias se encuentran dentro de las reacciones no tóxicas, en este caso las intolerancias alimentarias incapacitan a una persona a digerir y/o metabolizar un compuesto.
Una de las intolerancias alimentarias más conocidas es a la lactosa. Seguro que has oído hablar de ella o tienes algún caso cercano. Pero ¿en qué consiste exactamente? Vamos a verlo.
La leche contiene un azúcar llamado “lactosa” que debe ser descompuesto en dos moléculas para que nuestro organismo pueda absorberlas. Esta es precisamente la labor de la enzima “lactasa”, sintetizada en el intestino delgado.
Pues bien, cuando una persona tiene un déficit de lactasa, su organismo es incapaz de absorber toda la lactosa, por lo que parte de ella pasa al colon. Allí es fermentada por las bacterias, dando lugar a los síntomas característicos esta intolerancia:
Para saber si una persona padece esta condición, se pueden realizar distintos tipos de pruebas. Una de las más utilizadas es el test de hidrógeno espirado, que permite detectar la incapacidad de metabolizar determinados azúcares como la lactosa. Para ello la persona deberá ingerir una solución con una cantidad determinada de lactosa e ir soplando en un dispositivo que recoge y mide la cantidad de hidrógeno que contiene el aliento. El fundamento se basa en que, al descomponer los azúcares que no han sido metabolizados, las bacterias intestinales liberan hidrógeno. Este pasa al torrente circulatorio y, de allí, al pulmón, expulsándose finalmente al exterior mediante la respiración.
Muchas veces se habla de la celiaquía como si fuera una intolerancia alimentaria. Sin embargo, debido a sus características complejas, no es del todo correcto clasificar a esta enfermedad dentro de dicha categoría.
¿Y qué es entonces la enfermedad celíaca? Se trata de una condición que se da en personas que presentan una predisposición genética, y que conlleva una intolerancia permanente al gluten. Este es el conjunto de proteínas presentes en cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la avena y en todos los productos derivados de los mismos.
Hoy en día la causa de la enfermedad es desconocida, pero sabemos que en su desarrollo contribuyen tres tipos de factores:
En cuanto a los síntomas más característicos de la enfermedad, estos son :
El diagnóstico definitivo de la enfermedad celíaca se obtiene con una biopsia del intestino delgado. Ya que se trata de un procedimiento invasivo, se realiza solo a los pacientes que tienen más probabilidades de presentar la enfermedad. Para establecer este factor, se realiza previamente una prueba de análisis de marcadores séricos. Si los resultados son positivos, se procede a realizar la biopsia para obtener el diagnóstico definitivo.
En caso de que los resultados de la prueba de marcadores séricos sean negativos, pero los síntomas sigan sugiriendo la presencia de la enfermedad, se realiza un estudio genético. El valor predictivo del estudio genético es muy elevado, por lo que, si resulta negativo, la probabilidad de presentar la enfermedad es muy baja. Del mismo modo que con la serología, si el estudio genético es positivo y el paciente presenta síntomas, el diagnóstico definitivo se obtendrá con el estudio histológico de la muestra obtenida con la biopsia del intestino delgado.
Como ves, muchas veces se habla de intolerancias alimentarias para referirse a condiciones que no lo son y que deben detectarse de forma distinta.
Los test genéticos pueden ayudarnos a identificar la presencia de variantes genéticas que nos predispongan a desarrollar algunas intolerancias alimentarias. Por ejemplo:
Como ves, el síntoma común que comparten todas las intolerancias alimentarias es el desarrollo de molestias digestivas, algunas más severas que otras.
Ya sea la consecuencia o el detonante, en todas se produce una alteración en la flora bacteriana (disbiosis) y en la permeabilidad intestinal, que genera inflamación del intestino y/o intolerancias a alimentos específicos.
Los microorganismos que componen nuestra flora intestinal son imprescindibles tanto para una correcta digestión y asimilación de los alimentos, como para proteger el intestino. Una alimentación y hábitos de vida perjudiciales pueden alterarla. Por este motivo, es muy importante que cuidemos nuestra flora intestinal llevando una alimentación sana, equilibrada y rica en fibra, que es la fuente de alimentación de nuestros microorganismos intestinales.
Esperamos que este post te haya servido para aclarar algunos conceptos relacionados con las intolerancias alimentarias y los análisis que existen para detectarlas.
En Veritas ofrecemos la prueba myGenome, que permite identificar el origen genético de algunas intolerancias, como por ejemplo a la lactosa o a la fructosa, y que además te proporciona información clave sobre otros aspectos fundamentales de tu salud.
Maria Moreno - Medical Science Liaison Manager
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1 comentario
amin chaachoo
19 agosto, 2024 10:38 am
Buenos días Soy extranjero y estaré de paso en Sevilla entre el 27 y 31 de agosto. Me gustaría aprovechar la visita para realizar una analítica de intolerancia a los alimentos para mi mujer. ¿Sería posible realizarlo el día 29 de agosto? ¿Cuales son los tramites a realizar para conseguir la cita correspondiente? y ¿Cual es el precio, sabiendo que mi mujer no dispone de seguro? Muchas gracias.